COPE - Un Obispo argentino defiende al Papa de un diario que lo calificó de ignorante

No sólo no es el único método, sino que los organismos internacionales y nacionales más importantes del mundo colocan el preservativo en el cuarto y tercer lugar, anteponiéndole precisamente en primero y segundo lugar, las prácticas preventivas que recomienda la Iglesia: retrasar el comienzo de la actividad sexual (abstinencia), y fidelidad mutua (2); y abstinencia de la actividad sexual, y relación sexual mutuamente monógama.(3)

Estos importantes organismos oficiales, mencionados en las notas al pie, de ninguna manera proponen esos criterios en adhesión a la Iglesia Católica y a su Magisterio. Lo hacen, exclusivamente, por las evidencias científicas acumuladas a través de más de veinte años de campañas mundiales de prevención del SIDA.

2) En segundo lugar, es necesario comprender por qué la distribución y propaganda del preservativo puede agravar la difusión del SIDA. Esta afirmación del papa Benedicto XVI durante su reciente viaje a África ha sido firmemente apoyada por el Dr. Edward Green, principal investigador del tema en la Universidad de Harvard, con amplia experiencia en aquel continente. Es un destacado científico no católico, que fundamenta su opinión en datos objetivos de los que ha sido testigo. Se trata del fenómeno conocido como “desinhibición del comportamiento”, por el cual la persona asume mayores riesgos en su conducta sexual, al creerse a salvo de la enfermedad.

Cualquier padre de familia puede darse cuenta de que si su hijo, niño o adolescente, recibe el mensaje de que sólo será considerado un “joven responsable” usando preservativos, fácilmente se sentirá autorizado a iniciar su actividad sexual a partir de ese momento. Eso significará inmadurez, y en muchos casos promiscuidad (sexo con cualquiera, en cualquier parte y de cualquier manera). Y la promiscuidad es una de las situaciones más favorables al contagio del SIDA.