Una de las cosas que no funciona en el país y yo me río, es la escuela de padres. A la familia hay que educarla, pero el problema gravísimo es que delegamos responsabilidades y mandan a terminar de educar los hijos a los maestros. Esto se vuelve repetitivo. El chico que no está direccionado bien como debe manejarse, es lógico que allá afuera va a encontrar cualquier cosa. Muchas veces el factor de riesgo está dentro de la propia casa.
En ese estado de cosas, ¿qué opinan ustedes de la legalización de las drogas?
JV: Sería un error garrafal, culturalmente no estamos preparados para eso. Los resultados serían catastróficos.
LO: Nos falta educación y no solamente hablando de los consumidores, sino en general. Es una cuestión de mucho tiempo, no de seis meses, que va a tardar dos o tres generaciones,
XF: Nuestra realidad social es muy diferente a otros países. Y ahora que las edades de consumo se reducen más, estamos arriesgándonos a tener no solo una población alcohólica, sino también drogadicta. Eso es muy complicado.
El director del Consep ha dicho que solo el 1% de los consumidores de droga terminan necesitando un tratamiento médico. ¿Qué opinan?
LO: se debe referir al deterioro físico de esa persona y no creo que sea esa cifra.
JV: Hay un problema en las cifras del gobierno, porque hablan desde su enfoque. Cómo pueden hablar si ni siquiera tienen un centro de rehabilitación integral, como pueden hablar de estadísticas. No podemos hablar de porcentajes, es complicado, tiene que estar ahí metido un equipo completo que sepa diagnosticar y muchas veces los diagnósticos llegan tarde.
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