En el mundo acelerado en que vivimos hoy día, lo que hace un tiempo podía parecernos fuera de lo “normal”, ahora en casi común. Eso es lo que le sucedió a una amiga que, en conversación privada, me comentó que a su novio le encantaba ver pornografía en el Internet. Y aunque ella no era aficionada a esa actividad, no tenía problemas con que él lo hiciera. ¿Perdón? Me parece que esta amiga está demasiado “acelerada”, o teme perder a su enamorado si lo confronta con una opinión contraria.
Mas...