Chlamydia es un microorganismo que se contagia por transmisión sexual exclusivamente y que puede contraerse al principio de la vida sexual, generando infecciones asintomáticas, tanto en el hombre como en la mujer.
Estas infecciones sostenidas en el tiempo son causante de infertilidad, y el motivo por el que no son detectadas por uno mismo es, justamente, por la falta de síntomas.