Juicio de un contagio fatal - Sociedad - El Periódico

«Con 12 años entré en el círculo de amigos equivocado y empecé a tomar drogas. Con 14 años era adicta al crack sin saber siquiera lo que era y acabé en la calle. La relación con mis padres era muy mala entonces. A los 16 me quedé embarazada, y lo vi como una oportunidad para salir de aquel mundo», explicó ayer ante el tribunal.

Fue al hacerse un análisis durante el embarazo cuando descubrió que era portadora del virus. Su hija no llegó a nacer y, entre el año siguiente y el 2004, Benaissa mantuvo relaciones con al menos tres hombres sin protección y sin advertirles del riesgo, a pesar de que era consciente de que podía contagiarles. Uno resultó infectado, el demandante de 34 años que ayer declaró también en Darmstadt.