La circuncision de sus parejas no libra a las mujeres de contraer el virus del sida

Y se dieron cifras: tres ensayos clínicos realizados sobre 10.000 hombres de entre 15 y 49 años en Kenia, Uganda y Suráfrica, habían mostrado que la circuncisión reducía un 60% el riesgo de contraer el virus del VIH. Parecía la panacea para una población, la del África subsahariana, donde vivían 25 de los 40 millones de personas infectadas en todo el mundo. Sin descartar el resto de las medidas de prevención, la OMS fue clara: "La expansión de la circuncisión redundará en un beneficio personal inmediato, pero pasarán años hasta que se observe un impacto en la epidemia", añadía De Cock.

Pero los años han pasado y, a diferencia con lo pronosticado por De Cock y en línea de los temores del gobierno brasileño, el beneficio de la circuncisión para frenar el SIDA se ha puesto en duda. "Estamos decepcionados porque el ensayo no ha mostrado protección al VIH a las esposas de los circuncidados, como esperábamos en los estudios de observación", reconocía este mes la doctora Maria Wawer, de la Universidad de Baltimore, junto a sus colaboradores en Uganda.