Abstinencia, fidelidad… ¿condón?

Green está poniendo el dedo en la llaga: tras 20 años de investigación en numerosos países, sobre todo africanos, pronto publicará un libro titulado "SIDA e ideología". En él pondrá de manifiesto los millones de dólares que están recibiendo empresas que producen y distribuyen preservativos no tanto para solucionar un problema real cuanto para beneficiarse a costa de los enfermos.

Así las cosas, tal parece que la inclusión del uso del condón no es más que un modo seguro de garantizar entradas de dinero a ciertos empresarios que ensanchan las arcas de sus bienes materiales gracias a una ideología falaz que no admite cuestionamientos. Abocarse por la abstinencia y la fidelidad no sólo reduce y garantiza al 100% la nulidad de contagio –al menos por la vía sexual, por causas lógicas– sino que además modifica comportamientos a niveles más profundos. Eso es justamente lo que defendía el Papa: "No se puede solucionar este flagelo sólo distribuyendo profilácticos: al contrario, existe el riesgo de aumentar el problema".

Otras bondades de la dupla AB

En la edición de enero de 2009, la reconocida revista PEDIATRIC publicó un estudio de Janice Rosembaum, firme opositora a los programas para la abstinencia sexual e investigadora de la Escuela Johns Hopkins Bloomberg de Salud Pública. Ante sus propias constataciones, la autora se vio obligada a reconocer que la religiosidad es un factor decisivo al grado de llevar a los jóvenes a mantener la abstinencia sexual y, en consecuencia, a evitar embarazos no deseados y contagio de enfermedades sexuales.

En el segundo semestre de 2008, la Agencia Nacional de Estadísticas de Canadá (ANEC) ofreció los resultados de un estudio que revelaba la cada vez más amplia elección de los adolescentes de ese país por la abstinencia. Según la Encuesta Nacional de Salud y la Encuesta de Salud Comunitaria Canadiense 1997-2005, las jóvenes sexualmente activas han disminuido de un 51% a un 43%.

¿Los motivos? El condón, además de ser "seguro" sólo en el 90% de los casos, induce a ver al otro como un objeto que procura placer, más que como un ser humano con el que se desea compartir la intimidad y darle el regalo de sí mismo para toda la vida.

En Abstinence Education: assesing the evidence, un informe realizado por Robert Rector y Christian C. Kim para la Heritage Foundation, queda revelado que los programas de formación para la abstinencia no sólo afectan el comportamiento sexual sino que aportan a los jóvenes aptitudes para tomar decisiones adecuadas, fundamentar su responsabilidad y desarrollar relaciones interpersonales maduras