Borrar el estigma del sida. La Verdad

14.000 personas en toda España padecen lipodistrofia, un problema que suele aparecer como efecto secundario de los antirretrovirales con los que los pacientes con VIH combaten el virus. Los afectados pierden grasa en la cara, y en ocasiones ven cómo ese tejido adiposo se concentra en el abdomen o en la espalda. No se trata sólo de una molestia estética. Muchos enfermos viven esta situación como un auténtico estigma que les señala ante la sociedad y les cierra muchas puertas.

«Mucha gente siente que se le cierran puertas en el mercado laboral si acude a pedir un trabajo con una lipodistrofia evidente en el rostro, porque por desgracia el sida aún genera rechazo», explica Dolores Alegría, presidenta de Amuvih.