La Verdad Sobre el SIDA

Entre que el HIV, un lentivirus, entra al organismo y el período llamado SIDA en que aparecen sus manifestaciones clínicas, pueden transcurrir de 7 hasta 20 años, con un promedio de 10 años. Lo terrible e insidioso de este retrovirus es que según penetra al organismo pasa a formar parte del DNA de las células que ataca y empieza un proceso de mutaciones tan vertiginoso que según el francés Dr. Luc Montagnier, co-descubridor del virus del SIDA, hace prácticamente imposible producir una vacuna eficiente contra todas las variedades o cepas del virus. Afirma el Dr. William Haseltine, prominente investigador de Harvard: "Estábamos sobresaltados, este virus muta 1,000 veces más rápido que los genes hasta entonces conocidos." Investigadores franceses han aislado en un paciente del SIDA una forma mutante del HIV, que es 100,000 veces más poderosa y más contagiosa que los virus del SIDA hasta ahora conocidos, y casos de similar virulencia se han identificado en el Japón.

Otra terrible característica del virus de SIDA es que una vez dentro del cuerpo nunca está en estado durmiente o inactivo, sino que se mantiene desde el principio mutando y replicándose constantemente a través de todas las fases de la enfermedad. No se trata simplemente de un proceso infeccioso, sino de una enfermedad infecciosa degenerativa con una tasa de mortalidad del 100%.

El Dr. Stanley Monteith en un folleto "To Deceive a Nation: AIDS Update 1993" ("Engaño a una Nación: El SIDA en 1993"), y en su libro "AIDS, The Unnecessary Epidemic" ("El SIDA, la Epidemia Innecesaria"), afirma que nuestra nación y el mundo han sido engañados acerca de esta terrible epidemia y que hay una serie de mitos y mentiras diseminadas por la prensa, que han ayudado a la propagación exponencial de este flagelo.

Un grave mito es que el virus del SIDA muere en el medio ambiente tan pronto sale de la persona infectada. Lo cierto es que el HIV o virus del SIDA es uno de los más resistentes que se conocen. De acuerdo a un estudio hecho por el Instituto Pasteur de París y publicado en la prestigiosa revista médica inglesa The Lancet, (9/28/1985, pag.721-722) en tests de laboratorio se comprobó que el virus mantenía su total capacidad infecciosa en un medio seco o en medio húmedo por cuatro días a la temperatura ambiente, y que a los siete días sólo había disminuido ligeramente su capacidad infecciosa. Según dicho estudio "...esta resistencia puede explicar la aparición de casos de SIDA en grupos no de riesgo... es más, se deben tomar más medidas de precaución en hospitales, dentistas..."

Además, según afirma el Dr. Monteith, por años se les decía a los médicos que el alcohol mataba el virus e incluso el Centro de Control de las Enfermedades de los Estados Unidos afirmaba, que una solución de 1:10 de "bleach" (blanqueador) bastaba para matar el virus. Lo cierto es que es necesario para matar el virus una solución de 1:5 de "bleach" o una preparación de Lysol dejada en contacto con el virus por lo menos 2 minutos.

Aunque el SIDA se ha propagado, principalmente debido a la promiscuidad y aberraciones de las relaciones homosexuales contra-natura y entre los adictos a las drogas, también la población heterosexual, especialmente aquellos más promiscuos, sean hombres o mujeres, están siendo infectados en proporciones cada vez más crecientes. Esto sin contar el desolador cuadro de niños infectados en el vientre materno o, después de nacer, a través de la leche materna, y de las personas inocentes que están siendo infectadas a través del contacto con la sangre o fluidos de personas portadoras del mortal virus. Hoy en día en los E.U.A., esta enfermedad es la segunda causa de muertes entre los jóvenes de 15 a 40 años, y la quinta entre las mujeres jóvenes.

Los casos de SIDA que se reportan hoy han estado por los diez o doce años anteriores infectando, a veces sin saberlo, a cientos o miles de otras personas. Cuando los grupos calificados de "alto riesgo" han sido casi totalmente infestados (homosexuales y adictos a las drogas), el virus se extiende a otros grupos calificados previamente como de "bajo riesgo". En los EE.UU. el SIDA creció en el último año en un 38% entre los heterosexuales.