Los investigadores descubrieron que un 90% de las rupturas de los preservativos se produjeron cuando éste fue estirado de manera repetida en la misma zona, sin retornar a una posición relajada entre los estirones. Entre el latex y el poliuretano vieron que el primero mostraba una mejor recuperación elástica, pero ambos se rompían igual.
“El único material que los humanos no somos capaces de romper y que al mismo tiempo es fino y flexible es el nailon de los paracaídas, pero es poroso”, ironiza Nicholas White, jefe de control de calidad del centro SSL International de Cambridge (Reino Unido), donde se realizó la prueba.