Los pinchazos accidentales suponen un coste para Galicia y España de 3,2 y 42 millones de euros respectivamente, entre bajas, tratamientos profilácticos y demás. Los enfermeros calculan que el coste de los dispositivos sería de 850.000 euros y 11 millones para el Sergas y para el resto del Estado. "No es admisible ya decir que cuesta más dinero", se quejó ayer el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González.