El sida está considerado por muchos una infección crónica, incluso hay quien le ha perdido el miedo, pero mata. De las 75.123 personas diagnosticadas en España entre 1981 -año de aparición de la enfermedad- y el 31 de diciembre de 2006 han fallecido 49.872 (no hay datos completos de 2007).
La diferencia indica que hay unas 25.000 personas con sida, y aproximadamente otras 125.000 que tienen el virus que la causa, el VIH. Estos últimos, antes o después acabarán desarrollando sida, sobre todo si no se tratan.