Con cerca del 3% de la población infectada, no hay ni un solo grupo de riesgo donde la enfermedad no haya alcanzado dimensiones de epidemia, es decir, que afecte a más del 1% de sus integrantes, según la definición de la Organización Mundial de la Salud.
La ciudad, de algún modo, presentaba desde el inicio de la epidemia el caldo de cultivo perfecto para anidar en sus lindes: una extensa comunidad gay, grandes bolsas de pobreza y la ubicuidad de las drogas. Más...