La industria tabaquera no se ha tomado demasiado bien la nueva legislación, contra la que lleva batallando desde que se anunciara el pasado mes de abril. Y es que, además de los cambios en la publicidad, el Gobierno aumentará un 25% los impuestos sobre los cigarrillos y dedicará 86 millones de dólares para campañas contra los fumadores.
La Tabacalera Británico Americana de Australia y Philip Morris ya han anunciado que llevarán a los tribunales la ley, al considerarla inconstitucional por retirar de las cajetillas el nombre de la marca y alterar la propiedad intelectual sin pagar una indemnización.
La ministra australiana de Sanidad, Nicola Roxon, confía en que la ley convierta su país en uno de los menos fumadores del mundo. Declaró, asimismo, que su Gobierno está listo para la batalla legal. Mas...