Hablar de hepatitis C debería ser constante en las discusiones públicas y de salud, ya que el número de casos reportados supera por mucho a otras enfermedades que, como la infección causada por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH, responsable del sida), llaman poderosamente la atención de la sociedad mexicana.
En efecto, las cifras oficiales más recientes señalan que el VIH afecta a poco más de 107 mil mexicanos, mientras que la hepatitis C superaría el millón de personas infectadas; la mayoría de ellas ignoran su mal y, por tanto, están impedidas para someterse al tratamiento correspondiente.
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