Cuando alguien es adicto al alcohol, todos los que están alrededor del alcohólico, sufren. Esposas, hijos, padres, compañeros de trabajo, los jefes de trabajo, incluso los vecinos y amigos sufren también, al mismo tiempo que la persona adicta. No sólo eso, sino que la comunidad entera sufre. Otros conductores están en peligro, incluso los peatones están en riesgo y los miembros de las fuerzas de la ley se ven obligados a recoger los pedazos rotos de las vidas destrozadas por el alcohol, día tras día.
Hay algunas personas que dicen que usted no puede ayudar a un alcohólico hasta que este toque fondo. Que tienen que desear recuperarse y tienen que pedir ayuda antes de que usted pueda hacer que caminen a través de las puertas de entrada de un centro de rehabilitación de alcohol.
Por desgracia, algunas personas mueren antes de alcanzar ese fondo. Otras personas pasan a través de la rehabilitación, incluso varias veces, pero no lo logran y así, finalmente, sucumben al problema.
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