El 15 de mayo del 2004, los novios se unieron en matrimonio. La mujer incluso dejó de trabajar por pedido del esposo. Al mes del matrimonio, fueron con el sicólogo de su marido, donde éste le habló de que el hombre era adicto a las drogas, aunque éste le prometió que nunca más iba caer en eso otra vez.
Según la denuncia, en el 2006, decidieron tener un hijo, pero no pudieron. Después, ese mismo año, cuando la mujer se debía hacer una cirugía de nariz, le hicieron algunas pruebas. Ahí, a la joven le pidieron repetir algunos análisis para confirmar los resultados obtenidos.
Fue en ese momento que a la mujer le contaron que los mismos dieron positivo en el virus del VIH. No obstante, el marido la convenció de que fue un falso positivo, y la tranquilizó, que todo era propaganda del Gobierno. Al final, la mujer no le dio importancia, creyendo que hubo un error en los resultados.
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