La droga «me han echado algo en la bebida» llega a España

El escenario habitual es una discoteca y el arma, un simple “cubata” que un desconocido (o conocido) le ofrece a la víctima, que suele estar entre los 17 y 30 años. Lo que ésta no sospecha es que la escopolamina se ha disuelto en el alcohol. “Es incolora, insípida y se diluye en cualquier líquido. Es fácil ingerirla sin darse cuenta”, apunta Alarcón. No sólo hablamos de noches de fin de semana en las que no hay inhibiciones. “Hemos tenido un caso ocurrido en una fiesta de empresa”, señalan en CAVAS.

Haz click arriba.