Cliente, dinero, sexo y... sida - DiarioLibre.com

El problema es que llegan a un grado de confianza con algunos clientes que luego optan por no usar condones, a lo que se suma la incidencia del consumo de drogas. 'Las trabajadoras sexuales se convierten en amigas y en desahogo', dice Marina Torres, directora ejecutiva de Modemu, quien destaca que algunas hasta les diligencian las drogas.

Entre 21% y 29.6% de las trabajadoras sexuales de Santo Domingo, Santiago y Barahona acostumbra consumir alcohol, y un 55.6% en La Altagracia. Mientras que entre 19.9% y 49.6% es consumidor de droga, principalmente marihuana y crack.

Impulsada por la necesidad económica, ya enferma, siguió atendiendo clientes con la salvedad de protegerse. 'Yo era tan ignorante que no me protegía', se lamenta. Hoy cuenta que, paradójicamente, tras contraer el virus encontró clientes que le pagaban hasta RD$3,000 contrario a los RD$600 que le ofrecían cuando estaba sana. Lo atribuye a que algunos gustan de los retos.