Combatientes talibán entierran agujas con sangre junto a sus bombas en un intento de infectar a las tropas británicas con el virus del VIH, según recoge el diario británico The Sun.
Las jeringas hipodérmicas están escondidas debajo de la tierra, apuntando hacia arriba para pinchar a los expertos de los escuadrones de explosivos, dado que desentierran los dispositivos