El hospital trata a 700 pacientes de sida, la mayoría hace más de 15 años

«en algunos casos el virus puede ser tan agresivo que en tres años se manifiesten síntomas de sida; y en otros que no progrese y no se manifieste nunca en la vida del paciente infectado. El problema está en aquellas personas que están infectadas y, mientras no tienen síntomas, no son conscientes de ello, incluso piensan que el sida no es de su incumbencia sino de otras personas; y cuando notan los síntomas llegan a consulta en una situación avanzada».

Para evitar esas situaciones, el especialista compostelano considera que se debe imitar a Estados Unidos «donde se ofrece realizar la prueba del sida, que consiste en un simple análisis de sangre, a todas las personas entre los 14 y los 65 años, que son las edades en las que se considera que hay vida sexualmente activa. De ese modo se consiguen diagnósticos más precoces. Porque la detección tardía no solo es un perjuicio para el paciente, sino para toda la sociedad, porque contribuye a mantener la epidemia», manifiesta.