Otra dura crítica de la Iglesia a la educación sexual en las escuelas

La fuente de la discordia es el "Material de formación de formadores en educación sexual y prevención del VIH/SIDA" elaborado por los ministerios de Educación y de Salud de la Nación y promovido, entre otros, por el Programa de las Naciones Unidas sobre SIDA (ONUSIDA), el Centro Internacional de Cooperación Técnica de Brasil y la Cooperación Técnica Alemana (GTZ). Es una compilación de artículos para la "promoción de Derechos, Salud, Educación Sexual y Prevención del VIH/SIDA en el ámbito escolar", según se anuncia, destinado a las jornadas de formación docente.

En un pronunciamiento de cuatro carillas, Aguer denunció que varios de los conceptos del material tienen "una inspiración neomarxista" y criticó que se entienda a la educación sexual como "la reivindicación del derecho de fornicar lo más temprano posible, y sin olvidar el condón".

Y agregó: "Se afirma expresamente que la escuela debe orientar sobre el uso exclusivo del preservativo como único medio de protección eficaz en la relación sexual frente al VIH, tanto para los varones como para las mujeres. ¿No sería más eficaz, e indudablemente segura, la abstinencia de las relaciones sexuales prematuras e irresponsables?".

En otros párrafos, destacó que la orientación que se brinda "conduce a excluir la autoridad de los padres" y le adjudica especial gravedad a los conceptos sobre homosexualidad, dignidad de la mujer y el papel de la familia.

Dijo, entre otros: "Se otorga carta de ciudadanía a la homosexualidad y sus variantes" a la vez que "se menoscaba, por no decir que se desconoce, la vocación maternal que es propia de la condición femenina".

"La tan mentada neutralidad religiosa del Estado en el ámbito educativo, el célebre laicismo escolar -concluyó el arzobispo-, no es compatible con la imposición de una dogmática contructivista y atea que resulta una especie de religión secular, ajena a la tradición nacional y a los sentimientos cristianos de la mayoría de nuestro pueblo".