"Esto podría ser como un genocidio porque el virus ahora es más agresivo", comentó Ricardo Urrutia, un enfermero de 58 años, residente de Los Ángeles a quien le fue diagnosticado el VIH.
Yo obtengo cada mes medicamentos por valor de tres mil dólares a través de la organización Bienestar, porque no tengo seguro, y con los recortes que el gobernador propone, podría quedarme sin recibirlos, subrayó.
Sin embargo, Richard Figueroa, asesor de asuntos de salud del gobernador, defendió los recortes, al comentar que "la situación presupuestal es muy difícil".